El pan más antiguo del mundo que se ha encontrado tiene algo más de 14.000 años y es anterior a la aparición de la agricultura. Mucho ha pasado desde entonces pero el pan sigue siendo un elemento básico de nuestra dieta y en nuestra cultura. Antes de la construcción del embalse el cereal abundaba en estas tierras y por supuesto había multitud de molinos: el de La Costana (aún en pie y en manos privadas), en Quintanamanil (había dos), en Servillejas, en Servillas, en Monegro y en Orzales (que se pude visitar a día de hoy).
De todo aquello quedó el pan, los hornos y el buen hacer de los panaderos de esta tierra. Son sus manos precisamente aquellas que se encargan de convertir la harina en un placer para el paladar. Vaya aquí nuestro homenaje.
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